Si usted habla otro idioma que no es el inglés, posiblemente haya escuchado que debe priorizar el inglés cuando habla con sus hijos. Sin embargo, esto no es lo que demuestran las investigaciones. Los niños se benefician de diversas formas cuando las familias cultivan sus lenguas de origen. A continuación, describo algunos datos clave y cómo se relacionan con sus interacciones y actividades cotidianas.  

Los niños desarrollan ricas habilidades lingüísticas cuando hablan en sus lenguas de origen. Mediante interacciones lingüísticas de calidad, los niños desarrollan habilidades más sólidas en ambos idiomas. Usted puede ofrecer experiencias enriquecedoras en su lengua de origen, por ejemplo, puede introducir palabras nuevas e interesantes: ornitorrinco para platypus, titila para twinkle, truenos y relámpagos para thunder y lightning. Esto contribuye a que los niños desarrollen todos los aspectos de las habilidades comunicativas, como la expresión oral, la comprensión auditiva, la lectura y la escritura.  

Las lenguas de origen crean una conexión con las culturas de las familias. Mediante el idioma, usted les transmite a sus hijos una herencia valiosa: las ideas, los valores, las actitudes y los conocimientos que son prácticamente imposibles de traducir por completo. Conocer la propia lengua de origen es una manera de entender la vida desde una perspectiva que está arraigada en la cultura y la identidad. Contar historias, cantar canciones y recitar rimas, cánticos y poemas son una parte importante para desarrollar la identidad cultural de sus hijos. 

Los idiomas de origen cultivan los vínculos familiares. Cuando la lengua de origen no se pone en práctica, los niños a menudo pierden la posibilidad de comunicarse con los integrantes de la familia y sus comunidades. El vínculo de su hijo/a con su familia cercana y extendida se beneficia cuando hablan su lengua de origen.  

Los niños se benefician en lo social y lo afectivo cuando las familias hablan su lengua de origen. Se ha demostrado que las habilidades sociales y afectivas más sólidas se traducen en un mejor desempeño académico y un mayor bienestar físico. Al ver que su idioma de origen es valorado, su hijo/a puede crear una identidad cultural positiva y saludable y un mayor sentido de orgullo por su herencia y su idioma de origen. 

¡El bilingüismo es una ventaja! Cuando crecen, los niños empiezan a preferir el inglés. Hábleles de la importancia de ser bilingüe y siga usando su lengua de origen incluso cuando sus hijos respondan en inglés. De esta manera, las vías de comunicación permanecen abiertas, y su hijo/a podrá ver el valor y las ventajas del bilingüismo.  

Las familias tienen un rol clave a la hora de conservar la lengua de origen y en ayudar a los niños a aprender inglés. Las investigaciones indican que una base sólida del primer idioma puede facilitar la adquisición del inglés cuando los niños empiezan la escuela. Por eso y por todos estos motivos, ¡incentivamos a las familias a que les hablen a los niños en su lengua de origen todos los días!  

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