Formar Conexiones. ¿Por qué la acreditación NAEYC? ¿Por qué ahora?
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Trabajé durante los primeros años de mi carrera profesional en la Children’s Action Alliance (Alianza de Acción para Niños)—la organización de abogacía en defensa de niños en el estado de Arizona. Fue mi primera experiencia de abogar por la educación infantil de calidad superior, y no tenía ni idea de que era solamente el comienzo.
En los últimos años de la década de 1990, la organización buscaba un sitio especial en donde montar un evento con la prensa para promover una iniciativa legislativa, y alguien sugirió Phoenix Day. Es el programa de cuidado infantil más antigua en Arizona y el lugar donde, en 1970, Joan Ganz Cooney puso a prueba material curricular nuevo de su idea para un programa de televisión: Sesame Street (Plaza Sésamo). Sin embargo, ninguna de estas era la razón por la cual se había recomendado Phoenix Day. Se elevó porque el programa era acreditado por NAEYC, lo que se me describió como una designación de élite que solo una pequeña fracción de los programas por todo el país podía atribuirse. Así es cómo me enteré de NAEYC.
Saltamos 23 años: es notable que tantas personas fuera del campo de la primera infancia, especialmente madres y padres, se enteran de NAEYC cómo lo hice yo—por su acreditación de programas infantiles.
NAEYC dirige el mejoramiento de la calidad
Lanzado en 1985, el sistema de la acreditación por NAEYC de programas de educación infantil cambió las reglas del juego. Los reglamentos estatales actuales focalizaban principalmente en lo básico de la salud y la seguridad. La acreditación NAEYC echó el combustible para definir e impulsar la calidad de programas con 10 estándares y 1,025 criterios e indicadores que se aplicaban igualmente a todo programa de cuidado infantil y preescolar.
Los programas que aspiraban a la acreditación y eventualmente la lograron completaban una autoevaluación rigurosa. El proceso incluía todas las aulas, el equipo docente entero, todo el personal y familias. El sistema era tan robusto que las fuerzas armadas estadounidenses, que en aquel periodo estaban experimentando una transformación radical de la calidad de su propio sistema de cuidado infantil, decidieron usar la acreditación NAEYC para medir el progreso a fin de asegurar que los niños de familias militares recibieran los mejores servicios posibles de educación y cuidado infantil. Ahora se describe a menudo el planteamiento de las fuerzas armadas estadounidenses como el sistema de la calidad más alta en el país.
Más recientemente, el distrito de las Escuelas Públicas de Boston (BPS) ha adoptado la acreditación NAEYC como el pilar de sus programas de pre-kindergarten y kindergarten para asegurar que sean de alta calidad, y los resultados han sido dramáticos. Un estudio halló que las aulas de BPS que participaban en el proceso de acreditación NAEYC obtuvieron resultados más altos en la Escala de Calificación del Ambiente de la Primera Infancia (Early Childhood Environment Rating Scale, o ECERS–R) que las aulas que aun no participaban en el proceso. Además, los niños de pre-kindergarten y kindergarten en aulas de BPS que participaban en el proceso de acreditación NAEYC mostraron aumentos en el vocabulario significantemente mayores del otoño a la primavera.
Aun así, a pesar del reconocimiento generalizado, la investigación convincente y los resultados positivos, el número de programas acreditados por NAEYC nunca ha excedido un 12 por ciento del número total de programas infantiles en el país. Y mientras que 34 estados han incorporado la acreditación NAEYC a sus Sistemas de Tasar y Mejorar la Calidad (Quality Rating and Improvement Systems, o QRIS), la amplia mayoría de estos estados la han incluido como una opción para medir la calidad; han creado también sus propios y únicos sistemas de evaluación con criterios para la calidad. Llegó a ser el deber de nosotros en NAEYC preguntarnos por qué.
Recordaba mis propias experiencias como directora ejecutiva de First Things First en Arizona y por qué había supervisado el desarrollo de un QRIS estatal en lugar de depender solamente de la acreditación NAEYC como la medida de calidad. Nuestro equipo en NAEYC reflexionó sobre las fuerzas del mercado—especialmente el costo alto de la calidad y los fondos limitados de los sistemas infantiles—que han impedido la extensión de la acreditación NAEYC. Y también examinamos críticamente la estructura, la experiencia y el proceso mismo de la acreditación.
La optimización de la acreditación NAEYC
A base de nuestra revisión, hemos hechos cambios dramáticos. La asociación ha pasado los últimos cuatro años actualizando y validando los criterios de la acreditación, quitando la complejidad innecesaria y mejorando y optimizando la experiencia del usuario. Hemos mejorado la tecnología, los materiales y el apoyo prestado por el personal de NAEYC para programas a cada etapa del proceso. La acreditación debería ser rigurosa, fiable y válida, pero no debería ser demasiado burocrático o complicado.
El modelo nuevo y optimizado fue piloteado por 18 meses y lanzado oficialmente en noviembre de 2018. Le ofrezco a continuación una lista de lo que usted puede esperar al buscar la acreditación NAEYC de su programa de educación infantil:
- Estándares: 10 estándares que incluyen mejores prácticas recomendadas para guiar su programa
- Optimización: 376 elementos medibles de evaluación para que sepa su programa exactamente lo que buscarán los evaluadores durante su visita al sitio
- Especificidad: informes de las decisiones de evaluación que ayudarán a su programa a identificar fácilmente sus puntos fuertes y áreas que requieren desarrollarse
- Velocidad: un Portal de Acreditación en línea y extremadamente eficaz, que aporta un procesamiento más rápido de documentos y pagos, además de un movimiento acelerado por los cuatro pasos del proceso
- Apoyo: capacitación a petición y en el sitio de usted para apoyar el crecimiento de su programa, con el personal de NAEYC posicionado como un recurso dispuesto.
- Mejoramiento: un sistema ágil que se mejorará continuamente en respuesta a reacciones de la investigación, la política y la práctica.
Entonces, ¿qué significa todo esto para sistemas QRIS estatales?
No se supone que el nuevo proceso de acreditación NAEYC sea más fácil solamente para programas. Se supone que sea más fácil para estados enteros abrazarlo como un sistema que los ayudará a gastar dinero donde importa hacerlo—para aumentar el acceso de niños al aprendizaje infantil de alta calidad y ofrecer a familias opciones exclusivamente entre calidad y calidad.
Actualmente, calculamos que los estados gastan más en desarrollar, probar y supervisar las herramientas de evaluación estado por estado y significantemente menos en financiar los incentivos y recursos que los programas necesitan para mantener la calidad. Sin embargo, NAEYC tiene un modelo de acreditación rigurosamente evaluado, válido y fiel que mide exitosamente la calidad en estados y sistemas y que hace responsable de la calidad a los programas, sea el que sea el lugar o tipo de programa. Si los estados y sistemas adoptan las economías de escala de este modelo para servir como sustituto sistémico para la R (tasación) del QRIS, pueden a su vez gastar más de sus dólares en la I (mejoramiento), la parte elusiva e importante del QRIS.
Esto resultaría en grandes beneficios para educadores y programas, los cuales podrían usar las medidas consistentes de NAEYC para alinear sus estructuras y sistemas hacia la calidad, sin importar el estado en que operan. Beneficiaría también a familias, empleadores y legisladores, quienes podrían contar con la uniformidad de un nivel mínimo de calidad.
Mientras NAEYC sigue estudiando los resultados de su sistema optimizado, estamos comprometidos a proveer datos al campo profesional sobre mejorar la implementación. Y estamos seguros de que, 34 años después de cambiar el juego, la acreditación NAEYC es la llave que abre sistemáticamente la puerta a la calidad para todos los niños. Sea usted un proveedor privado o de una escuela pública, de la zona costera o del centro del país, anticipamos expandir la acreditación colaborando con usted y su sistema estatal para poner a escala la educación infantil de calidad superior para todos los niños.
Rhian Evans Allvin is the chief executive officer of NAEYC. She is responsible for guiding the strategic direction of the organization as well as overseeing daily operations. Before joining NAEYC, Evans Allvin was a guiding force in Arizona’s early childhood movement for more than 15 years, including serving as CEO of Arizona's First Things First.