Formar connexiones: Reflexiones sobre el año transcurrido
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Al reflexionar sobre el tiempo que llevo hasta la fecha como directora ejecutiva de NAEYC, me asombra todo lo que hemos logrado juntos. Los conocimientos, el compromiso y la tenacidad de nuestros más de 60,000 afiliados me inspiran cada día, desde la superación de los desafíos hasta la celebración de los éxitos.
Cuando me convertí en directora ejecutiva, me comprometí a dedicar tiempo a escuchar a nuestros miembros y a nuestro sector, y a entender cómo y dónde NAEYC les brinda su apoyo y dónde desearían que hiciéramos más. Ha sido una alegría vivir este compromiso conectándome con tantos de ustedes en persona y de manera virtual. Juntos, hemos iniciado conversaciones y debates en conferencias por todo el país. He visitado sus programas y he sido testigo directo del trabajo que hacen a diario para impulsar nuestra profesión de la educación infantil y del impacto que tienen en los niños pequeños y sus familias.
A través de estas interacciones, he logrado encomiarlos a ustedes y a su trabajo en los pasillos del Congreso, en conversaciones con funcionarios estatales y locales, en conversaciones con miembros de la prensa y en escenarios de todos los tamaños en eventos por todo el país. Gracias a nuestra mutua colaboración, he llegado a comprender la profundidad y diversidad de nuestro sector. Viven en zonas rurales y urbanas y trabajan en centros, programas religiosos, escuelas y hogares familiares para el cuidado infantil. Trabajan con bebés, niños pequeños, preescolares y niños en edad escolar y con sus familias. Ustedes representan una infinidad de identidades individuales y culturales. Está claro: nuestra fuerza colectiva es enorme, y en nuestra unidad se encuentra nuestro poder.
Juntos, estamos creando un lenguaje común que concentra la educación y el cuidado de todos los niños, y esto me impacta profundamente. Me críe en la zona rural de Virginia con padres inmigrantes, y no siempre me vi representada. Encontré apoyo y consuelo en los valores de mi familia y en el programa de educación infantil religioso al que asistía. La dedicación de ese programa para apoyar a todos los niños y a todas las familias fue muy significativo para mis padres coreanos. Es una dedicación que comparten los miembros de NAEYC y que son importantes para los niños y las familias de hoy.
Mientras recorro el país, me renueva ver el trabajo y la dedicación que ustedes les asignan a experiencias de aprendizaje temprano transformadoras y de alta calidad. Sé que nuestros problemas son reales: la educación de la primera infancia soporta la carga de una financiación pública insuficiente que se traduce en bajas remuneraciones y escasez de personal. Soportan el cuestionamiento de sus conocimientos y experiencia de un modo que, con mucha frecuencia, los hace sentir prescindibles, incluso cuando la gente los califica de esenciales. Sin embargo, su perseverancia y optimismo me dan esperanza y confianza en el futuro por el que estamos trabajando juntos.
Juntos, estamos creando un lenguaje común que concentra la educación y el cuidado de todos los niños.
Al comenzar mi segundo año como directora ejecutiva de NAEYC, miro atrás con agradecimiento y al futuro con gran entusiasmo. Agradezco que, en colaboración con nuestras organizaciones afiliadas, más de 18,000 de ustedes respondieran a nuestro llamado el pasado otoño para contarnos lo que necesitan y lo que aprecian de su organización de afiliación profesional. Aprendimos mucho de sus sinceros comentarios. El informe confirmó algunas áreas clave para nosotros: tenemos oportunidades para mejorar el valor de nuestras ofertas, proporcionar apoyo extra a educadores de todos los orígenes y aumentar nuestra base de afiliación, para incrementar así el poder de nuestra voz y nuestra repercusión. Me entusiasman las maneras en que nosotros, como organización, evolucionaremos para brindarles un apoyo más adecuado y asegurarnos de poner su trabajo, experiencia y conocimientos en el centro de todo lo que hace NAEYC. Desde nuestro trabajo en colaboración con 51 organizaciones afiliadas estatales y regionales hasta el contenido que producimos y las reuniones que organizamos, ustedes tienen un lugar en NAEYC, en su organización afiliada y en esta profesión.
Como siempre, sus experiencias, conocimientos e historias guiarán a NAEYC en esta labor. En conjunto, seguiremos impulsando el derecho de todos los niños y las familias a tener un acceso equitativo a una educación de la primera infancia de calidad donde y cuando la necesiten. Seguiremos extendiéndoles la mano y apoyando a todos los educadores de la primera infancia, en todos los estados y entornos, que trabajan para hacer realidad esa visión. Es un honor estar al servicio de los educadores y de todos ustedes.
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Michelle Kang serves as NAEYC’s Chief Executive Officer.