En enero de 2009 me promovieron al puesto de directora de la campaña Early Education for All de Strategies for Children, entidad de abogacía y políticas públicas en Massachusetts. Me contrataron primero en 2002 para ser Directora del Campo de la Primera Infancia después de que había comenzado mi carrera profesional como maestra preescolar y directora del programa en Ellis Memorial en la zona South End de Boston. Ya llevaba años trabajando entre bastidores para planear, desarrollar puntos de discusión y manejar la logística, y ahora me hallaba ante la comunidad como una de las caras públicas de la campaña. ¡Me sentía bien preparada para mi nuevo rol! En una reunión informativa del personal después de nuestro primer evento grande en el Parlamento de Massachusetts, un empleado mencionó que había escuchado comentarios positivos acerca de mí. Alguien había dicho: “Esa Amy O., ¡es bien lista!” Aunque creo que la persona quería darme un cumplido, me preguntaba por qué le sorprendían mis habilidades y mi inteligencia. ¿Me había descartado por ser maestra preescolar? Nunca le pedí una explicación, pero mis experiencias en los años desde entonces de trabajar con educadores de niños pequeños y ayudarlos a hacerse defensores me indican que esa corazonada era acertada.

Los profesionales de la primera infancia, con frecuencia somos subestimados y minusvalorados. Pero esta es una historia que yo creo que tanto podemos como tenemos que cambiar. Si pudiera dedicar cada día que paso con los educadores infantiles a facilitar talleres y cursos iniciales de abogacía, lo haría. No importa si se tratara de un webinar de una hora, una presentación de dos horas en un congreso o un semestre de 15 semanas con estudiantes sub-graduados y graduados; que cuenten conmigo.

Me encanta este trabajo porque al final del día, siempre me siento inspirada y aún más comprometida con mi misión personal: apoyar y empoderar a educadores infantiles y ayudarlos a empezar a participar en la abogacía, las políticas públicas y la investigación. Creo que nos hacen falta líderes fuertes, inteligentes y competentes que se esforzarán por mejorar las cosas para niños pequeños y sus familias. Y creo que cada uno de ustedes cuenta con lo necesario para hacerse uno de ellos.

El tiempo que he trabajado como presidenta del Comité Gobernante de NAEYC no ha hecho más que confirmarme esto. Cuando me presenté como candidata para integrar el comité, escribí en mi declaración personal: “Quiero que NAEYC dé una voz a los educadores que realizan el trabajo duro, día tras día. Quiero que NAEYC mantenga su compromiso con la práctica reflexiva y con la excelencia. Quiero que la próxima generación de educadores infantiles se mantenga unida y que sea inspirada y apoyada por NAEYC”. Al comienzo de cada junta del comité, reconozco que estamos aquí gracias a la valentía y al compromiso de los integrantes del comité y del personal que nos precedieron, y gracias al valor y la entrega de nuestros integrantes actuales y el ámbito de la educación infantil.

He podido presenciar de primera mano que NAEYC ha realizado algunos progresos increíbles a nivel nacional y entre nuestras entidades afiliadas; especialmente a la hora de incluir y priorizar las voces de los miembros. Sin nuestros miembros, no podríamos haber hecho la labor de Revalorizar la Profesión, ni desarrollado la declaración de posición sobre maneras de avanzar la equidad, ni planeado el congreso de liderazgo Leading and Working Toward Equity (Liderar y trabajar para alcanzar la equidad) de 2018. No podríamos haber completado el Diálogo Nacional ni reestructurado la organización entera de las afiliadas sin las voces de los miembros. Nos habría resultado imposible que miles de profesionales asistieran a nuestros congresos y foros de políticas públicas sin que educadores transmitieran su pericia y entregaran números inigualados de propuestas de presentaciones.

En el centro de todo esto se encuentran ustedes. Su energía y entusiasmo es lo que posibilita la labor de NAEYC—y lo que ayuda el avance hacia hacerse realidad nuestra visión común de educación de alta calidad para todos los niños. Como integrantes de este ámbito, debemos de aprender y desarrollar nuestras habilidades y tener la oportunidad de practicar. Tenemos que mantenernos al día con las políticas e iniciativas de la primera infancia a los niveles nacional, estatal y local y con las oportunidades de apoyar el aprendizaje infantil en nuestras comunidades. Necesitamos de mentores que nos señalen el camino y nos ofrezcan la oportunidad de participar en la toma de decisiones. Nosotros—el ámbito—necesitamos de ustedes.

Si usted está buscando maneras de encontrar su voz como defensor de la primera infancia, déjeme expresarle algunas de las cosas más importantes que he aprendido durante los años:

• Asegúrese de saber quiénes lo representan a los niveles local y estatal y en Washington (D.C.). Estas son las personas que más probablemente podrán realizar cambios que afecten directamente a su distrito escolar, ciudad, condado y región. Apunte sus nombres. Pida ayuda si usted no sabe por cierto quién lo representa.

• Entable relaciones con los funcionarios elegidos y nombrados y sus empleados. Hágase la persona a quien acudir con respecto a cuestiones de la primera infancia en su comunidad. Invite a esos líderes a visitar su programa o asistir a un evento para que vean personalmente la importancia de su trabajo—y del apoyo que pide.
• Desarrolle intencionadamente su propio liderazgo. Busque oportunidades de crecer como líder—o cree sus propias oportunidades—y ¡practique el liderazgo! Presente una propuesta para hacer una presentación en un congreso. Planee una junta del personal. Dé testimonio en una audiencia pública. Luche por conseguir más fondos. Dirija una carta al editor de un periódico. Narre su historia. Vuelva a estudiar. Dé un curso. Sirva en un comité.
• Haga preguntas. Si no sabe algo, admítalo. Pregunte si no entiende un acrónimo, el funcionamiento de una fuente de fondos o las funciones de los comités legislativos. Cada cosa que usted no sabe le da la oportunidad de crecer y aprender algo nuevo.
• ¡Manténgase informado! Lea las noticias. Inscríbase para recibir boletines. Utilice la investigación para expresar por qué es tan importante la educación infantil de alta calidad.
• Considere presentarse como candidato para un puesto en un comité escolar u otro puesto elegido. VOTE. Vea los debates. Asista a foros de candidatos.
• Descubra el lugar en que encaje mejor. Encuentre a aliados. Pida ayuda. No lo haga solo.
• CREA. Esto es lo más importante de todo: tenemos que creer en nosotros mismos y estar dispuestos a pensar en forma diferente sobre el futuro.

Hay una cita que me encanta y que he escuchado mucho durante los últimos años: “Somos nosotros a quienes estamos esperando”. La he visto en camisetas y la he oído en discursos de campañas políticas, pero resulta que se origina de una poesía escrita en 1978 por June Jordan, acerca de un grupo de 20.000 mujeres sudafricanas que marcharon en Pretoria para protestar las políticas racistas del apartheid. Es una imagen poderosa y una idea aún más poderosa: la ayuda que necesitamos para el cambio que buscamos está aquí mismo. No más tenemos que darnos cuenta de ello… y poner manos a la obra.

Entonces, pregúntese: ¿qué o a quién está esperando? Recuerde que a veces podemos ser nuestros propios peores enemigos cuando pensamos que no sabemos lo suficiente, o cuando nos convencemos que otra persona servirá de defensor o luchará por obtener fondos. El día es hoy, la hora es ahora y la persona indicada para hacer lo necesario ¡es usted! Necesitamos que ustedes sean defensores valientes, eficaces y pensadores. Si no es usted, si no somos todos nosotros, ¿entonces quién?

Para concluir, tengo que hacer gracias a las presidentas del Comité Gobernante que han servido antes en NAEYC, inclusive las con quienes serví durante mis dos términos en el comité: Stephanie Fanjul, Gera Jacobs, Carol Brunson Day y Tammy Mann. Muchas gracias a todos los integrantes del comité con quienes he servido también; su compromiso y entrega a NAEYC son inspiradores. Espero que todos, al igual que yo, den una calurosa bienvenida a nuestra próxima presidenta, Ann McClain Terrell, quien comenzará su término el 1 de junio de 2020.

Ha sido todo un honor y todo un privilegio colaborar con tantas personas que se apasionan por la educación infantil, y servir de presidenta del Comité Gobernante de NAEYC durante los últimos dos años. Me siento muy agradecida por esta oportunidad tan increíble, y espero con entusiasmo lo que seguirá en NAEYC. ¡Viva!