Como coreana-estadounidense de primera generación, mi pasado y las tradiciones familiares significan mucho para mí. Por ejemplo, mantenemos el doljanchi (돌잔치), la celebración coreana del primer cumpleaños, para seguir con la tradición. La familia y las amistades se reúnen para compartir una comida, generalmente con alimentos tradicionales coreanos y a menudo en un restaurante coreano. Una parte esencial de la celebración es una ceremonia especial (doljabi 돌잡이) por la que nuestros hijos eligen su propio destino al extender la mano hacia uno de los objetos colocados a su alrededor. Por ejemplo:

• una cuerda para indicar una vida larga
• dinero para tener riqueza
• un libro para un académico, un lápiz para un escritor o un balón para un atleta

La primavera pasada tuvimos la celebración del primer cumpleaños del hijo de mi primo. Si bien normalmente estos eventos suelen celebrarse en un restaurante coreano, esta vez nuestra familia y amigos se reunieron en un restaurante italiano. En la tradicional mesa de celebración del primer año, nos reunimos alrededor de las mesas en la que no se sirvió arroz, sino pasta. Fue algo diferente de lo que suele ser la tradición, pero lo más importante es que seguíamos estando presentes y celebrando juntos.

Cuando me convertí en la primera directora ejecutiva asiático-estadounidense de NAEYC hace dos años, me comprometí a crear una comunidad de pertenencia. Si bien nuestros más de 60,000 miembros tienen diferentes orígenes, entornos y experiencias, tenemos los mismos valores fundamentales de elevar la profesión de la primera infancia y apoyar a los niños pequeños. Ese compromiso quedó plasmado en junio, cuando casi 2,000 miembros asistieron al Instituto de Formación Profesional en Nueva Orleans, Luisiana. También se verá en noviembre, cuando miles de ustedes asistan a la Conferencia Anual en Anaheim, California.

Como expresamos en el Instituto, este es un momento de transición, tanto para la profesión como para NAEYC. En 2026, NAEYC cumplirá 100 años de defensa de la educación infantil de alta calidad. Para celebrar este hito, nos comprometemos a honrar el pasado, reconocer el presente y sembrar para el futuro.

Con respecto al pasado, NAEYC se fundó con la visión de que cada niño y niña progrese y aprenda en una sociedad dedicada a garantizar que alcancen su máximo potencial. Nos seguimos guiando por esa visión. Sin embargo, al tiempo que celebramos nuestro pasado, reconocemos que quizás sea necesario dejar atrás algunos de sus elementos en tanto nos acercamos a nuestro segundo siglo. Con este fin, estamos modificando el formato del Instituto de Formación Profesional, de una conferencia individual e independiente a otros formatos que nos permitan satisfacer las necesidades de nuestra comunidad. Reconocemos el legado del Instituto de Formación, pero ahora esperamos garantizar que un grupo más amplio de educadores de la primera infancia, capacitadores, defensores e integrantes del personal docente puedan utilizar nuestros recursos, independientemente de su ubicación, entorno o situación económica. Al comenzar este nuevo capítulo, invitamos a los miembros a que nos den su opinión.

En cuanto al presente, mantenemos nuestro compromiso de seguir siendo fieles a nuestros valores compartidos, que se centran en hacer lo necesario para que los niños se sientan seguros, vistos, incluidos y apoyados. Seguimos elevando el nivel de los educadores, abogando por el respeto y la remuneración y ocupándonos de promover una profesión de la educación infantil diversa, equitativa y preparada que incluya a todos los estados y entornos.

Con vistas al futuro, NAEYC está poniendo en marcha varias iniciativas diseñadas para ayudar a los educadores, los niños y las familias a prosperar. Estos iniciativas incluyen lo siguiente:

• revisión de las declaraciones de posición: Gracias a nuestros grupos de trabajo y a la Junta Directiva, los borradores de las revisiones del “Código de conducta ética” y de los “Estándares de los programas de educación de la primera infancia de NAEYC” se encuentran en fase de comentario público. Nos comprometemos a garantizar que estas revisiones reflejen su voz, conocimientos y experiencias, así como nuestros valores compartidos.
• acreditación de los programas de educación de la primera infancia: NAEYC está trabajando para facilitar a los programas de todos los entornos el acceso equitativo y la navegación del proceso de acreditación. En última instancia, esto creará más oportunidades para que más niños—como los de comunidades de color, estudiantes que aprenden varios idiomas, niños y niñas con discapacidades y los de comunidades con bajos ingresos—accedan a una educación temprana de alta calidad.
• membresía: De acuerdo con la opinión recibida de los miembros, las organizaciones afiliadas y otros grupos, estamos trabajando en un nuevo modelo de membresía que nos permita hacer crecer nuestra comunidad diversa y amplificar aún más el poder de nuestra voz colectiva y nuestra labor de liderazgo. Tanto la evolución de la membresía como las actualizaciones de la acreditación de los programas de educación de la primera infancia se llevarán a cabo en una nueva plataforma tecnológica, diseñada para ofrecer una experiencia más ágil y positiva en la conexión con la comunidad y el acceso a los recursos.
• Comisión para la Excelencia Profesional: Este grupo de 16 organizaciones asociadas y 11 miembros educadores es la evolución del Poder de la Profesión. NAEYC sigue encabezando esta iniciativa grupal para respaldar la aplicación equitativa y reflexiva y la convergencia con el Marco unificador para la educación de la primera infancia en los estados y comunidades de todo el país.

A medida que nos acercamos al centenario de NAEYC, me acuerdo de algo que solían decir mis padres: “Honra el pasado, reconoce el presente y siembra para el futuro”. NAEYC ha sido y sigue siendo una comunidad de pertenencia, en la que celebramos y honramos las fortalezas, los contextos y las comunidades de los educadores y los niños (una temática de este número). Abordamos el compromiso con esta misión compartida con entusiasmo y motivación, y trabajamos colaborativamente para crear alegría, esperanza, sentido y comunidad, tanto hoy como en el futuro.

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Con gran alegría le doy la bienvenida a Tonia Durden, que será la presidenta de la Junta Directiva de NAEYC durante el período 2024–2026. Tonia es una gran conocedora de la comunidad educativa de la primera infancia, ya que ha trabajado como maestra, formadora de maestras, investigadora, coordinadora de programas desde el nacimiento hasta los 5 años y especialista en programas extensión de la primera infancia. En estas funciones, ha tenido una interacción directa con los niños y las niñas, las familias, las comunidades y las personas que asisten y enseñan a los niños pequeños. Tonia tiene el compromiso de elevar nuestra profesión y las conversaciones que mantenemos sobre ella. Me entusiasma trabajar con ella.

Photographs: NAEYC
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